Yo ya no defiendo el valor de descubrir lo auténtico. Ahora he comprendido que aunque erremos en nuestro juicio a veces nuestro "filtro" es inteligente por si mismo y nos plantea una realidad ajustada a nuestras necesidades con el único fin de hacernos la vida algo menos difícil. Si todos los órganos de nuestro cuerpo están ahí para algo, ¿por qué no va a ser igualmente útil que nuestro cerebro funcione con este mecanismo? Ser inteligente es un yugo para la felicidad. Quizá volvernos ignorantes selectivamente sea también una forma de inteligencia.
Y así ver, oir, sentir, percibir sólo lo que nos gusta y nos alegra, porque la felicidad se compone del sumatorio de muchos momentos de alegría, placeres y deseos cumplidos. Inventémonos nuestra propia felicidad. No será real, pero será real para nosotros en la medida en que nos la creamos.
Y hablando del Saber (refiriéndome a la realidad cotidiana fuera del saber científico y teórico), conocer demasiado nunca fue totalmente positivo. Hay que saber sólo lo estrictamente necesario. El resto son accesorios, lastres y cargas que estorban en nuestro camino. El saber no ocupa lugar, pero limita el espacio que ocupa tu sonrisa.. Nadie ha dado nunca con el mecanismo hacia la felicidad, así que si creías que esto funcionaría borra esa estúpida idea de tu mente y abre los ojos:
I N F E L I C I D A D.
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