Orgullo humano. Patético orgullo. Resulta ridículo. Hace miles de años no éramos más que un grupo de animales asustados. Nunca hemos sido extremadamente fuertes. Nunca hemos sido demasiado grandes. De hecho, éramos unos seres sin un futuro claro hasta que un día se hizo la luz y apareció la inteligencia, nuestro único punto fuerte. Y el ser humano logró cosas grandiosas gracias a su inteligencia: descubrió el fuego, aprendió a resolver problemas, a crear estrategias para superar sus desventajas... de repente el hombre se convirtió en un ser con recursos. De repente el hombre comenzó a tener posibilidades.
Y de repente vemos un animal... si, de esos que decimos que "son inferiores a nosotros porque ellos no poseen inteligencia, ni sentimientos, ni entienden..." un animal que clava sus ojos en ti y es capaz de provocarte un escalofrío al ver que su mirada dice mucho más que cualquier explicación dada con palabras, porque lo dice sin concreción de lo abstracto, lo abstracto sale de sus ojos directamente hacia los tuyos y se mete en tu cerebro a veces casi de forma telepática. Un animal es capaz de "clavar" en tu cerebro las palabras ternura, admiración, respeto, dignidad, alegría, inocencia, pureza... A veces sus ojos simplemente dicen: te necesito.
El ser humano, ese ser racional, ese ser tan increíble que ha llegado a dominar la Tierra, que ha sido capaz de crear un modelo de sociedad basado en términos abstractos como lo son la moral y la ética, ese ser que es capaz de crear inventos que nos facilitan la vida (y que a la vez nos hacen débiles)... Estamos orgullosos de ser todo eso. Pero ¿qué clase de virtud es aquella que te hace ser la enfermedad que extermina sin reparo ni control tantas especies que cohabitan en el planeta? ¿Qué otro animal es capaz de realizar un acto violento con el único fin del placer sádico?
Podría escribir durante horas, dar mil razones por las que la sociedad y el modelo de vida que hemos creado son poco menos que una enfermedad terminal para nuestro planeta... pero sería inútil, porque los que ya piensan como yo no necesitan que les cuente nada, ya lo saben, y los que no piensan como yo... bueno... ellos seguirán orgullosos de ser personas, y repetirán una y mil veces que una vida humana vale más que una vida animal, aunque no sepan explicar por qué y simplemente se limiten a repetir: "porque ES UNA VIDA HUMANA". Todo un motivo de orgullo.
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