¿Crees en las segundas oportunidades? No siempre son justas, es cierto, pero en este caso a la hora de la decisión no conocía todos los detalles... ¿No es eso una buena excusa?
Estoy caminando a tus espaldas pero ya no me miras. Dudo incluso de que me vieses si me colocara justo delante tuya. Tengo la sensación de que has subido demasiados escalones, tantos que ya ni alcanzo a seguirte.
Me gustaría poder sentarme a tu lado y susurrarte al oído todas aquellas cosas que se me quedaron guardadas, como si fuera la voz de tu conciencia. Ojalá pudiera ser una voz que eres incapaz de callar.
Ojalá...
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