No permitiré que la tristeza de tus ojos empañe mi boca. La verdad sea dicha: la verdad será dicha. Y es que eso es lo que soy: la montura oxidada del caballo de los injuriados que lucha con espada de madera. Y tú, príncipe de los cobardes, hallarás en mis labios el sabor amargo de la verdad contundente y elogiaré sin reparos tu honor y tu ética aunque no dejaré de reprobar tu rendición ante ese raquítico enemigo llamado miedo.
No pretendo ser tu juez ni tu verdugo, sólo la voz de tu remordimiento que te anima a hacer lo correcto. No te pido ser impecable (¡por dios, yo no lo soy!), sino ecuánime.
Ármate de valor.
Te espero aquí.
Hablemos.
Tengo los oídos ávidos y el perdón aguardando. Y es que eso es lo que soy: los brazos abiertos de un aspirante al entendimiento. Y tú, mutismo dominado por el temor, incapaz de abrir la puerta y entrar heroico al cálido hogar del sincero cariño ubicado en la amistad.
Ármate de valor.
Te espero aquí.
Hablemos.
¿No lo ves? Aún te quiero.
REPRODUCTOR MUSICA
viernes, 31 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
Más allá del muérdago
Si me hubiese percatado antes habría construido un futuro alternativo. Quizá habría bailado contigo en otra parte antes de cerrarte mis ojos y limitar mis palabras a un montón de estupideces.
¿Crees en las segundas oportunidades? No siempre son justas, es cierto, pero en este caso a la hora de la decisión no conocía todos los detalles... ¿No es eso una buena excusa?
Estoy caminando a tus espaldas pero ya no me miras. Dudo incluso de que me vieses si me colocara justo delante tuya. Tengo la sensación de que has subido demasiados escalones, tantos que ya ni alcanzo a seguirte.
Me gustaría poder sentarme a tu lado y susurrarte al oído todas aquellas cosas que se me quedaron guardadas, como si fuera la voz de tu conciencia. Ojalá pudiera ser una voz que eres incapaz de callar.
Ojalá...
miércoles, 22 de enero de 2014
La danza
Báilame el silencio
y susúrrame en el aliento....
...si te atreves...
solo un segundo de tu tiempo.... una mirada, un fragmento.... y bailaremos el silencio con la música que despierta el deseo, tu mirada y el amor.
Seguidamente, sacúdete el recuerdo de la misma forma tierna en que regalaste a mis brazos el placer de acunarte... y grítame el silencio, grítalo antes de marcharte.
Adoro tu forma de decir.... adoro tu forma de encontrarme.... pero solo podré escribir aquello que nunca podré gritarte.
Se quedarán mis ojos ciegos, cansados de buscarte, pues me empeño en encontrar tu cuerpo en otra parte. Báilame el recuerdo y haz que vuelva a mirarte.
- Juan Romero y Yesenia Pineda -
y susúrrame en el aliento....
...si te atreves...
solo un segundo de tu tiempo.... una mirada, un fragmento.... y bailaremos el silencio con la música que despierta el deseo, tu mirada y el amor.
Seguidamente, sacúdete el recuerdo de la misma forma tierna en que regalaste a mis brazos el placer de acunarte... y grítame el silencio, grítalo antes de marcharte.
Adoro tu forma de decir.... adoro tu forma de encontrarme.... pero solo podré escribir aquello que nunca podré gritarte.
Se quedarán mis ojos ciegos, cansados de buscarte, pues me empeño en encontrar tu cuerpo en otra parte. Báilame el recuerdo y haz que vuelva a mirarte.
- Juan Romero y Yesenia Pineda -
lunes, 20 de enero de 2014
Buenos días sin ti.
Buenos días, aunque sin ti.
Te vas (pero te escondes) y te quedas ahí en silencio y husmeando en mis palabras, quizá por una gota de ego que llevarte a una sonrisa.
Un día estarás doliendo entre satisfacciones. Luego queda el olvido y nada más.
¿No te apena ignorar mi dulce tragedia, utilizarla como espejo mágico al que preguntar quién es el más bello? Ya lo hará...cuando otro como mi amor no haya, cuando las horas queden hueras, cuando solo tengas el sonido de ti mismo: cuando te olvide... Yo no sé sentir a medias.
Un día será sólo "buenos días".
Yesenia Pineda.
Te vas (pero te escondes) y te quedas ahí en silencio y husmeando en mis palabras, quizá por una gota de ego que llevarte a una sonrisa.
Un día estarás doliendo entre satisfacciones. Luego queda el olvido y nada más.
¿No te apena ignorar mi dulce tragedia, utilizarla como espejo mágico al que preguntar quién es el más bello? Ya lo hará...cuando otro como mi amor no haya, cuando las horas queden hueras, cuando solo tengas el sonido de ti mismo: cuando te olvide... Yo no sé sentir a medias.
Un día será sólo "buenos días".
Yesenia Pineda.
viernes, 17 de enero de 2014
Despedida intacta
La calma ridícula y el sonido frío.
Se destruye la burbuja entre las manos. Se deja caer la losa.
El viento que sopla y el sueño.
De tus dedos musicales puede surgir la nota equivocada. No le toques.
La mirada que apuñala y el verso que asesina. La pena acecha.
No te mires en mis ojos, ya no tienen espejo, son un pozo. Se apagan.
La muerte se avecina.
-Yesenia Pineda-
Se destruye la burbuja entre las manos. Se deja caer la losa.
El viento que sopla y el sueño.
De tus dedos musicales puede surgir la nota equivocada. No le toques.
La mirada que apuñala y el verso que asesina. La pena acecha.
No te mires en mis ojos, ya no tienen espejo, son un pozo. Se apagan.
La muerte se avecina.
-Yesenia Pineda-
lunes, 6 de enero de 2014
El primer beso
Sellarás mis labios con un beso, me dejarás sin habla, sumida en la sorpresa. Será inesperado, cuando por fin te vuelvas valiente. Será sin pensar, será un impulso, pues de otra manera no sería jamás. Después tú también te sentirás sorprendido, aunque ambos supiéramos que era sólo cuestión de tiempo que ocurriera. Y después nos besaremos un poco con los ojos, sólo un momento, tímidamente, preguntándonos por qué, volviéndonos ingenuos e inocentes por unos segundos. Nos reiremos de nosotros mismos, porque así es como somos. Haremos una invitación a la ternura, sólo durante un rato y sin demasiado interés. Nos preguntaremos en nuestros adentros hacia dónde nos llevará ésto, pero jamás verbalizaremos esa pregunta. No es necesario y es mejor así, pues seguramente no nos lleve a ningún lado, sólo a ser el personaje que llene los huecos vacíos y comparta los llenos hasta que alguno diga basta, que será temprano o tarde.
Giraremos en secreto nuestras cabezas al despedirnos para ver si tan apreciados somos... porque será por narcisismo nada más. Al llegar a casa nos odiaremos un poco a lo lejos, nos tumbaremos mirando a las estrellas cubiertas por el techo de nuestras habitaciones y compartiremos un rato con el insomnio y las dudas. Nos preguntaremos si fue una equivocación, pero no importa a qué conclusión lleguemos pues sabemos que volverá a ocurrir, pronto o tarde... Y si fuese tarde sería nunca más. Sé que yo no soy de esas y tú... no lo sé. Sonreiremos pensando las estratagemas que pondremos en marcha, como si fuese un juego donde gana el más pícaro. En algún momento llegará el sueño y nos entregaremos a sus brazos como hacía un rato nos entregábamos a los nuestros. Y de repente... buenos días...
Yesenia Pineda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)