No pienso separarme de ti. No hasta que me lo pidas o yo así lo quiera, no mientras ninguno de los dos lo necesite. No pienso alejarme de ti mientras tus ojos clavados en mi sigan haciendo llegar la primavera a rincones desconocidos de mi estómago. No lo haré mientras tus manos extraigan música de mi cuerpo como quien toca una guitarra. No me iré mientras a cada inspiración te este respirando como al más delicioso perfume. Me quedaré a tu lado porque no estoy dispuesta a renunciar a la suavidad de tus cabellos húmedos de sudor cuando mis manos se enredan en ellos ni a tu sonrisa hacia ninguna parte cuando piensas en dios sabe qué. Estaré aquí porque vuelves mi voz pequeña y dulce si las palabras se dirigen a ti. No pienso ir a ninguna parte, sólo me ocultaré aquí de vez en cuando, a la vuelta de la esquina, donde no me veas ni me oigas cuando sienta que no puedo evitar mirarte a los ojos y decirte que no me iré a ninguna parte donde tú no estés...
Y tú siempre me ves.
Yesenia Pineda.
REPRODUCTOR MUSICA
domingo, 28 de julio de 2013
miércoles, 17 de julio de 2013
Un desfile de película.
El sonido del escándalo se fue acercando. Era un desfile que entretenía al pequeño pueblo Negro en las cálidas noches de verano y que se repetía a diario. Y ese día estaba dedicado a "Lo que el viento se llevó", esa película que te hace poner a dios por testigo para muchas cosas.
A la cabeza, Red Butler repitiendo incansable una y otra vez: "francamente, querida, me importa un bledo". Lo repitió tantas veces que todos acabaron pensando que le importaba demasiado. Ya nadie se fijaba en su bigote señorial ni en sus cuidadas maneras, nadie se percató de sus ropas exquisitas, sólo oían su voz una y otra vez hasta hacer oidos sordos.
Seguidamente teníamos a Escarlata sonriendo con aire triunfador y mostrando sus joyas y vestidos. Todos se fijaron sin embargo en los pies descalzos y sucios de barro y hollín que asomaban bajo las suntuosas telas a cada paso que daba. Enfadada, alzó su brazo al cielo y gritó: "jamás pasé hambre". Pero todos sabían que exprimir a Red como una naranja solamente le había dado el zumo necesario para quitarse la sed durante un rato.
La última en la comitiva era la bonachona y abultada señora de color que perseguía a Escarlata susurrándole buenos consejos y esforzándose por apretarle el corsé para intentar hacer de ella la señora que nunca sería. Escarlata sin embargo estaba cegada por el lujo y la criada se quedó atrás como una apestada pero sonriendo. Ahora era libre y solo se apretaría su propio corsé.
El pueblo Negro observaba la representación con sumo desconcierto. Mientras se acercaban a la salida del pequeño pueblo los habitantes fueron olvidando poco a poco todo lo que acababan de ver. Ya esperaban el desfile del día siguiente con expectación. Red salió del pueblo perseguido por Escarlata, que se negaba a volver a la pobreza, mientras la feliz que logró salir de la esclavitud decidió quedarse en ese pequeño pueblo donde pronto todos sabrían su nueva historia como si nunca antes la hubieran conocido.
A la cabeza, Red Butler repitiendo incansable una y otra vez: "francamente, querida, me importa un bledo". Lo repitió tantas veces que todos acabaron pensando que le importaba demasiado. Ya nadie se fijaba en su bigote señorial ni en sus cuidadas maneras, nadie se percató de sus ropas exquisitas, sólo oían su voz una y otra vez hasta hacer oidos sordos.
Seguidamente teníamos a Escarlata sonriendo con aire triunfador y mostrando sus joyas y vestidos. Todos se fijaron sin embargo en los pies descalzos y sucios de barro y hollín que asomaban bajo las suntuosas telas a cada paso que daba. Enfadada, alzó su brazo al cielo y gritó: "jamás pasé hambre". Pero todos sabían que exprimir a Red como una naranja solamente le había dado el zumo necesario para quitarse la sed durante un rato.
La última en la comitiva era la bonachona y abultada señora de color que perseguía a Escarlata susurrándole buenos consejos y esforzándose por apretarle el corsé para intentar hacer de ella la señora que nunca sería. Escarlata sin embargo estaba cegada por el lujo y la criada se quedó atrás como una apestada pero sonriendo. Ahora era libre y solo se apretaría su propio corsé.
El pueblo Negro observaba la representación con sumo desconcierto. Mientras se acercaban a la salida del pequeño pueblo los habitantes fueron olvidando poco a poco todo lo que acababan de ver. Ya esperaban el desfile del día siguiente con expectación. Red salió del pueblo perseguido por Escarlata, que se negaba a volver a la pobreza, mientras la feliz que logró salir de la esclavitud decidió quedarse en ese pequeño pueblo donde pronto todos sabrían su nueva historia como si nunca antes la hubieran conocido.
martes, 16 de julio de 2013
Impronta
No me importa compartir contigo el aire, que mis pulmones respiren tu dióxido de carbono y me contaminen. No deseo otra cosa que llenarme de lo que tú prescindas para conservarte eternamente formando parte de mi. Son los secretos de tu silencio los que me han hablado tantas veces que reconozco tu voz en tu mirada cuando tus ojos, casi ciegos, me miran en sencilla y genuina adoración. El tiempo se detiene, mi ser se transforma en una pueril e inocente copia de mí misma y te devuelvo el amor en su esencia más intacta.
Es junto a tu cuerpo tibio, mientras tu avanzada calvicie, tu delgadez y tu ahora constante sopor son el recuerdo de tu entrega al cuidarme incluso cuando se acerca tu partida, donde todo desaparece. Tú y yo, solos, en nuestra burbuja, donde no permitiré que entre nadie más. Tú y yo, para siempre, aunque te vayas y mi sangre busque tu dióxido de carbono con la misma ansiedad que busca el oxígeno. Tú y yo, porque tu compañía sencilla fue paño de lágrimas, frío en la fiebre, sonrisa que comenzó en tus labios y continuó en los míos. Tú y yo eternamente en el pasado y el presente, donde no permitiré que te vayas.
Mírame siempre, serás tu quien ves que sigo agarrándome con fuerza a tu desordenada melena. Te conservare en mi ADN y nadie, jamás, podrá sacarte de mi. Eres parte de mi. Me río de la muerte... Esa ilusa pretende separarnos sin percatarse de que sólo podrá llevarse tu cuerpo agotado. Tu siempre estarás vivo en mi porque te quiero. Para siempre.
GINO 20-12-2000 a 08-10-2013 "Nos vemos pronto, amigo" |
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