Mis labios quedarán sellados y mi oído ausente.
Dejaré que la brisa me lleve a alguna parte,
allá donde ella quiera
sin hacer preguntas,
sin esperar respuestas.
Pasará el tiempo
e iré cerrando mis ojos,
no por miedo a ver...
Los cerraré sin más,
caminaré a oscuras, ya sin miedo,
tanteando a ciegas el destino.
Pasará el tiempo
y se helará mi tacto,
se detendrá mi sangre,
mi corazón descansará, muerto,
mientras lo acunan mis manos.
Pasará el tiempo
y todo habrá acabado.
Texto: Yesenia Pineda.
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