Ha llegado la temporada de las lluvias, del frío, de las hojas deslucidas y el viento que corta el rostro.
Ha llegado la época de cielos grises y días cortos, de calles desiertas y soles moderados.
Demos la bienvenida al otoño, sin muchos aspavientos. Al fin y al cabo seguidamente vendrá el invierno, y será aún más frío.
Las estaciones corren y de nada sirve añorar el olor de las flores en primavera si no sabes disfrutar del olor a hierba mojada.
Sí, el cielo se oscurece... y sí, el ánimo se viste de gris... Puedes detener un reloj, pero no el paso del tiempo.
Aceptándolo con valentía podrás levantar la vista al cielo y sentir humedecerse tu rostro con la helada lluvia, como un llanto ajeno que te abrazara en acto de empatía.
Mi vida es otoño.
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